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¿A dónde vas Pulgarcito? Definitivamente, no había sido una buena
idea. Lo parecía, es cierto. Resultaba sencillo llevar unos bollos de pan
de los que ir dejando caer alguna miga con la que señalizar el camino de
vuelta. Y además podía ir comiendo el resto del pan, que por cierto en
esta tierra es muy bueno. Sí, una buena idea.

L o cierto es que a los cuervos, a las ojos del que mira. El Louro es bello en sí RÍADE
mismo, pero sobre todo es bello visto desde
urracas y a alguna salamandra
enfrente. Quieras o no quieras, en cualquier
también les pareció una idea ex-
celente. Pocos días les había re- punto de la Ría te sorprenderás buscando
sultado tan sencillo ganarse el sustento. su doble cumbre. No falla. MUROS
Somos senderistas. En ocasiones vamos Los otros montes son extraordinarios bal-
comentando cosas del camino o de nuestra cones. El Enxa ofrece una hermosa pers-
vida. A veces nos quedamos extasiados con- pectiva norte. El Tremuzo te la da al sur. A
templando lo que la naturaleza es capaz de Muralla del sur, del norte, del este y del oes-
crear cuando la dejamos en paz. Y en otras te. Como veis, no nos cuesta orientarnos,
ocasiones deja- pero sí nos cos-
mos vagar el tará decidir el
pensamiento y rumbo. Afortu- NOIA
nos acordamos nadamente tene-
de “los senderis- mos buenos
tas” de nuestra amigos que nos
infancia, como echarán una
el ingenioso Pul- mano. Galicia
garcito o el in- Senderismo,
trépido Simbad. Trabandainas y
Río San Xusto.
Si algo tenían en Senda XXI cola-
común los per- borarán para miles de visitantes al año. Y todos ellos, ab- creemos estar en Baden-Baden. Se respira pende de los deseos de caminante. Podemos volviendo, tras abrazar al santo para finali-
sonajes de los cuentos es que eran capaces ayudarnos a encontrar lo que estamos bus- solutamente todos, acaban valorando la sa- una paz infinita. Podríamos quedarnos rodear el monte, contemplar la soberbia pla- zar la ruta camino de Fisterra.
de enfrentarse a un sinfín de situaciones te- cando. Con el nivel de dificultad que desee- piencia de nuestros antepasados a la hora aquí, pero nos limitamos a anotarlo en la ya de Areia Maior y la laguna de Xalfas. O También tenemos un recuerdo para unos
rribles con una mentalidad muy positiva. mos. Mirando al mar o al interior. Entre las de escoger donde situar su hogar. Nosotros agenda y seguimos adelante. podemos ascender al Oroso acompañando curiosos compañeros. Por todas partes cru-
Ogros, cíclopes, arenas movedizas, lobos, obras del hombre o abriéndose paso en el no somos la excepción. Cruzamos el río por un ligero puente col- un inesperado vía crucis. A cada estación del ceros y petos de ánimas se nos muestran
monstruos de todo tipo y condición. En eso cerrado reino de una naturaleza casi tropi- Lousame nos muestra las mil y una gamas gante y ya estamos en Outes. Entre una tu- mismo, la estampa del vecino Louro se como hitos del camino. Sencillas imágenes
no tienen nada que ver con nosotros, que cal. (@Gsenderismo @trabandainas del color verde. Seguimos el curso de sus pida vegetación caminamos hacia el monte muestra más impresionante. Un monte con desgastadas por el tiempo o soberbias crea-
nos dedicamos a pasear por unos parajes @SENDAXXI) ríos entre puentes, cascadas, monasterios y Castelo. Buscamos la mítica Pedra Serpal, dos cumbres ante el que es imposible mos- ciones artísticas. Levantados por la fe, por
maravillosos. Lo tenemos muy claro, Pulgarcito, si real- unas antiguas fábricas de papel abandona- un ejemplo que confirma que la naturaleza trarse indiferente. Algunos escenarios tienen el respeto, por el temor o el amor son ahora
Hoy caminamos en torno a la Ría de Muros mente quieres conocer un territorio, tiene das, que la naturaleza está empeñada en re- tiene alma de artista. Iniciamos el descenso un magnetismo evidente ¡y este es capaz de unos testigos mudos que ni señalan ni
Noia canturreando una canción de Serrat: que ser a pie. ¡Vamos allá, que no hace falta cuperar. Una lenta conquista que les otorga hacia el mar paseando entre cabañas subi- hacer enloquecer a cualquier brújula! Al fi- acompañan, pero que forman parte de
“De vez en cuando la vida nos besa en la recurrir a las migas de pan! un aspecto de romántica decadencia capaz das a los árboles y ermitas con poderes sa- nalizar, descansamos en una de las numero- nuestro camino.
boca y a colores se despliega como un Empezamos de sur a norte. No por nada. O de provocar algún íntimo escalofrío. El le- nadores. Llegamos a la desembocadura del sas terrazas de Muros y reflexionamos sobre Rutas para ir, rutas para volver y rutas para
atlas…”. quizá porque somos de los que empiezan el ma de Lousame es “naturaleza minera”, lo Tambre. Red Natura 2000, el estuario es todo lo que hemos visto. girar y sentir que el mundo gira.
No solo el aire puro llena nuestros pulmo- periódico por el revés. Sea cual sea el moti- que nos advierte que hay algo más, y allí va- una joya y Pontenafonso un brazalete bien Pensamos que hay muchas rutas y muchos Rutas para comprender que todo debe
nes, también estamos henchidos de satis- vo, es una decisión que había que tomar, mos. Pasearemos por la senda minera que engarzado. Os diremos una cosa, eso de senderos. Pulgarcito precisaría un buen cambiar para volver a ser lo mismo. Una y
facción por haber acertado en la elección así que comenzamos por Porto do Son, cu- los antiguos trabajadores de San Finx reco- “marco incomparable” lo inventaron aquí. cargamento de pan para marcar su vagar… otra vez. En un permanente ir y venir. Co-
del destino. En esta tierra la luz es pura ya delgada línea nos va ofreciendo la com- rrían día a día en plena fiebre del wolfra- Seguro. Junto al mar iniciamos una ruta o para alimentar alimañas burlonas. Ade- mo las olas de ese mar que todo lo impreg-
magia. pañía de playas y más playas. Dicen que es mio. La recreación del Museo de la Mina muy especial: las de los carpinteros con los más por aquí llegaban antiguos peregrinos na y que inunda nuestros sentidos desde
5 concellos bordean la Ría ofreciéndonos el concello con más arenales de Galicia, ¡ca- nos mostrará cómo eran las cosas por en- pies mojados. Decenas de aserraderos y a los que el mar había acercado lo más po- cualquier punto de esta Ría, un territorio
miradores espectaculares. Si en lugar de a si nada! En uno de ellos hallamos el mágico tonces y los brutales contrastes que el pre- carpinterías de ribera rodeaban la Ría dedi- sible a Santiago. Por aquí siguen yendo… y eterno al que solo le pedimos que no cam-
pie, fuésemos en bicicleta, diríamos que Castro de Baroña, uno de los elementos ciado metal provocaba. cados a fabricar goletas y balandros. Hoy bie nunca.
son un sinfín de “etapas volantes” pero que más característico de Galicia y que recibe Noia es una villa noble. La piedra manda. solo quedan restos, unos vestigios de deca- Baja el ritmo, Pulgarcito. No tenemos prisa
más bien merecerían la consideración de El sólido granito gallego mantiene inaltera- dente belleza que se reflejan en el mar. por llegar al destino. Disfrutemos paso a
“gran premio de la montaña”. Un auténtico ble su hermoso centro histórico. Pero cami- Pensamos que el impresionable Stendhal lo paso. Parece que refresca. Subimos la cre-
deleite para nosotros que ni competimos ni nando, caminando, dejamos atrás plazas y iba a pasar muy mal en esta tierra. Posible- mallera y cantamos.
tenemos prisa. calles y llegamos hasta la Pesquería del mente el síndrome se le cronificase, ¡y aún “De vez en cuando la vida toma conmigo ca-
El Enxa, A Muralla, el Culou, el Castelo, el Tambre, una explosión de vegetación deco- nos queda Muros! fé y está tan bonita que da gusto verla”.
Tremuzo, el Oroso, el Monte Louro. rada con edificios modernistas. Se diría que caminamos hacia el Monte Antigua fábrica PARA MÁS INFORMACIÓN:
El Monte Louro abre un debate que dura Rutas especiales invitan a Parece un viaje en el tiempo. El río Tambre, Louro como si nos atrajese una fuerza irre-
un viaje en el tiempo. de papel. www.riademurosnoia.com
poco. Concluimos que la belleza está en los se muestra casi como un lago y nosotros sistible. Allí terminará todo. O empezará. De-

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